Confieso que, desde pequeñito, mi relación con el arte contemporáneo ha sido y es difícil. No llegaré a extremos de calificarlo como "un mundo de sinvergüenzas" (mírate este gañanesco y desternillante pasaje chanante) pero sí he optado por no racionalizar sino ver y opinar: me gusta / no me gusta. Soy un simple, lo sé.
Por eso, hasta que pueda acudir al lugar de los hechos, me guardaré un juicio sobre el mural que decorará principalmente el acceso interior al futuro palacio de congresos, uno de cuyo fragmentos puedes ver aquí al lado, recortado de las imágenes publicadas por la prensa esta semana.
Para interpretarlo, su autora ya se ha explayado bastante.
Sin embargo, en un gesto de valentía u osadía, trata de justificarse, con algunas explicaciones sin desperdicio:Aprovechó el montaje de su obra para aclarar que su amistad con el alcalde Fernando Elboj no influyó en el encargo que se le realizó y así disipó las polémicas que se han creado sobre este trabajo, valorado en un importe de 194.880 euros y que desde su concepción, ha costado un par de años desarrollarlo. “Él es una persona inteligente y sensible, que primó por encima de todo que quería una cosa importante y segura a la hora de encargar un mural”. Comentó que el alcalde conoció el mural que Ramón realizó para el túnel del Somport y a raíz de eso pensó que ella podía hacer “una cosa interesante”. “Si él no hubiera tenido la seguridad de que yo podía responder adecuadamente a este reto, no lo habría hecho, por muy amigos que seamos”, espetó.
Seguro que sí. "Queridos, esto no es lo que parece". Su explícito y publicitado apoyo político a Elboj no tuvo nada que ver con ese encargo a dedo por un porrón de millones de pesetas, más la promoción añadida y el orgullo por ser profeta en su tierra, gracias a los personales procedimientos y criterios de quien tiene la llave de la caja de una parte de nuestros impuestos y gobierna de modo "inteligente y sensible".
Aquí podríamos discutir la procedencia de echar una paletada de arena más al cerro de gastos extraordinarios acumulados en que se ha convertido ese edificio. Un Everest de la irresponsabilidad. Quizá el embellecimiento pudiera merecerlo, aunque tengo mis dudas. ¡No! No las tengo. Me parece que cerca de 200.000 euros es un burrada. Quizá haya quien piense lo contrario.
Ahora bien, en modo alguno resulta aceptable para nadie el procedimiento digital. Con un concurso y adjudicación, se podría haber conseguido similares fines a menor precio, además de garantizar la limpieza, transparencia, ecuanimidad, objetividad, ausencia de dimes-diretes... Los vecinos habríamos visto de diferente forma esta "cosa" que debe ser interesante e importante, se deduce.
Hecho y expuesto de esta manera, el mural añade otro ladrillo al muro del disparate en que se ha convertido la gestión de Elboj respecto al palacio multiusos y en general, en este tipo de asuntos de pura parafernalia.
Actualizo: por suerte, hay quien piensa distinto.
Hace 3 años
7 comentarios:
Ya era hora de que alguien dijera lo que todos pensamos!
Si yo pudiera adjudicarle un mural de 200.000 € a alguien también se lo encargaría a un amigo/a.
Pero claro, yo no soy una persona "inteligente y sensible", lo mío sería más bien cara dura. No descartaría incluso pedirle un porcentaje.
Menos mal que yo no soy alcalde, la verdad.
Gracias anónimo, aunque a veces no sé si soy ecuánime.
Jajaja, "hombrere", entre los monos las cuestión de jefatura se dirimen de otra forma, me parece. Menos mal que no somos alcaldes, sí.
Pues tambien le hacen un libro millonario sobre su vida y obra.
¿A la autora del mural o a Elboj?
A la autora,a la autora...
Ahhhh
Sin esperar al libro, en su web aparece una muestra de los murales y demás.
Conste que en todo esto, no tengo nada que decir de la parte artística, porque no entiendo (bueno, de lo demás tampoco)
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