Durante estos días de suspenso forzado para el blog, he pensado que demasiadas veces escribo sobre asuntos sin mayor importancia, mientras me pasan desapercibidos los que sí la tienen. Procuraré enmendarme (y enmerdarme, también) y para ello, vendrá bien un agosto obligatariamente sin entradas (o casi).
Como muestra de una mejor selección de temas, te digo hoy que no tiene nombre la falta de palabra de quienes prometieron una cantidad concreta de financiación para la nueva casa de los hermanos de la Cruz Blanca, en este 2008, y ahora dicen que será el año próximo, sin dar explicaciones de los motivos y causando un serio perjuicio. Si hace unos meses estaba el dinero asegurado, ¿por qué este aplazamiento?
Esa actitud ordeno y mando (que otros califican y comentan) es una vergüenza en todo caso (ya le he puesto nombre, vaya). Tratándose de la Cruz Blanca, lo es más todavía e incluyo el hecho de la demora también en esa denominación.
No está bien citarse a sí mismo, pero no me sobra el tiempo (perdona) e insisto:
"Los hermanos y voluntarios de la Cruz Blanca hacen una labor imprescindible y no es preciso ser creyente para reconocerlo. (...)
La sociedad oscense -o sea, tú y yo- y las administraciones públicas han encontrado a quien se ocupe de los parias. Un donativo, una subvención y ellos recogen y atienden a los desheredados para que podamos seguir mirando a otro lado y disfrutando de la vida muelle. Sin la Cruz Blanca, tendríamos la marginalidad creciente (hay crisis, ya sabes) llamando a nuestra puerta. ¿Es suficiente este estado de las cosas? Evidentemente, no. Sólo describo qué hay. (...)
Quizá prefieres un planteamiento con mayor benevolencia: nuestro deber como miembros del género humano es responder al necesitado desde la solidaridad pública. La Cruz Blanca lo hace por nosotros y mucho más barato que una entidad oficial. Ayudemos a que lo siga haciendo o lo haga con mayores posibilidades y hacia más personas," en una nueva casa llena de luz (ver foto arriba)
Muchos hemos echado unos euros o colaborado en actos de recaudación. Sin embargo, esa entidad oficial que -en esta cuestión- es impropia de llevar como título Instituto Aragonés de Servicios Sociales (porque no actúa como una institución aragonesa de servicio a la sociedad) se ha convertido en morosa.
¿Qué hacer?
[La foto corresponde efectivamente a la nueva casa de la Cruz Blanca, hace unos meses. Ahora está prácticamente acabada del todo]
Hace 3 años
2 comentarios:
Muchas cosas empiezan a no tener nombre en estos tiempos.
Y que lo digas, pero cuando se trata de cosas públicas, indigna.
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