8/7/08

Límites

En la blogosfera huesconita, sobre todo en el espacio que fue referencia para todos (y que sigo echando de menos, Luis), más de una vez hemos leído comentarios de ciudadanos del entorno de la policía local y que incluso parecían suscritos por agentes.

Ojalá vieran esto y se decidieran a participar nuevamente. Así podríamos saber su punto de vista acerca de hechos como los del pasado viernes por la noche que indignaron a Vicente y a otros. Han sido reseñados por los medios de comunicación.

Un músico callejero, una queja vecinal, la aparición de una o más patrullas, tensión, porras enarboladas, intervención de otras personas, forcejeos y tres ¿detenidos/retenidos? con la opinión generalizada de que hubo un exceso por parte de los uniformados.

No es la primera vez que sucede y lamentablemente, el imprescindible servicio que presta a Huesca su policía local, que merece normalmente una valoración positiva y también apoyo y colaboración, se ve cuestionado por sucesos que a todas luces parecen injustificados.

Es evidente que las fuerzas del orden (¡qué horror de denominación!) no pueden ser tomadas como el pito del sereno pero al mismo tiempo, existen unos límites no tan difuminados en la proporción de sus acciones y medidas, en particular en el uso de la violencia. Si se trata de la policía local, por su carácter de cercanía a la cotidianidad vecinal, más aún y sé que esto que acabo de escribir puede ser juzgado como una barbaridad.

Vienen tiempos complicados y el binomio seguridad-libertad será motivo de debate. Ciudades donde nunca pasa nada no van a estar excluidas. Quizá sea momento de revisar algunas pautas.

No lo tiene fácil el concejal responsable o el propio Alcalde porque no pueden desautorizar pero tampoco permitir. Posiblemente, al final dependerá de la capacidad de todos para convivir razonablemente (creo que faltó poner razón o raciocinio en el tumulto del viernes). Todos, menos los delincuentes, por supuesto.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=s5UujOrA31w

Guillermo dijo...

No domino el inglés y los traductores automáticos son criminales pero entiendo.

Malos tiempos para la lírica

Anónimo dijo...

Palabras textuales de la Policía Nacional tras el incidente relatado: "Estamos hasta los cojones de algunos Agentes Locales"

Guillermo dijo...

No dudo de tu testimonio, aunque estaremos de acuerdo en que posiblemente, alguna vez esas palabras se produzcan a la inversa. La coincidencia de varios cuerpos de seguridad diferentes no es fácil.

Por otro lado, parece que el músico en cuestión tiene su historia. Ahora bien, habrá que decir que las normas son para todos y si existe alguna irregularidad administrativa, no hay otro remedio que aplicar esas normas. Caso diferente es los medios utilizados, que es lo que criticamos aquí, creo.

Anónimo dijo...

Yo pasé por la calle y el ambiente era genial, terracitas, música pero es lo de siempre, si llaman a la local porque no dejan dormir hay que actuar ¿no? (igual hay quien opina que solo molestan los bares de marcha...)

El problema de "Huesqueta" es que tratamos a la local como si fueran colegas, perdiendo en algunos casos el respeto que deberíamos tenerles y entrando a juzgar su trabajo (me gustaría ver a la gente poniendo en entredicho las formas de diagnosticar una metástasis o una fractura).

No sé como terminará esta historia, lo que está claro es que se ha montado un circo importante amparado por diversas personas/entidades.

Guillermo dijo...

Tienes buena parte de razón y yo no estaba allí. Sin embargo, personas habitualmente moderadas y que merecen credibilidad, estiman que hubo un exceso en formas y actitudes. La policía local debía "actuar" ante la llamada de un vecino, pero quizá "sobreactuaron". Y conste que sigue creyendo que la solución no es fácil.

Anónimo dijo...

La actuación de las fuerzas del orden se complica cuando se les cuestiona, cuando personas ajenas se meten en lo que no les importa, o en lo que nadie les ha preguntado. Consiguen el efecto contrario, complicar el altercado.

Guillermo dijo...

Puede ser, pero en este caso, hay un parecer unánime de que era preciso cuestionar y algunos decidieron meterse. El asunto se complicó, según nos cuentan, desde el principio.

Naturalmente no todas las veces está justificado.