Ojo cuidado

Ya hablaré luego del cartel de San Lorenzo, porque parece que la recomendación de evitar locuras a consecuencia del ascenso del Huesca, va a ser masacrada bajo las ganas de alguno/a de hacer aprovechamiento en beneficio propio o en demérito y acoso del rival, político en este caso.

Copio-pego unas frases entresacadas de un comunicado del PP municipal, suscrito por su nueva portavoz (¿o realmente por su nuevo concejal?). Dicen: reclamará al gobierno local "una postura más sensible y un apoyo más decidido" hacia los clubes oscenses que participan en las grandes ligas, "detrás de todos ellos, sin excepciones, hay una afición cada vez más numerosa, y eso implica que la ciudad debe prestar una especial atención a sus expectativas", "el deporte en las grandes ligas se está convirtiendo en una señal de identidad oscense que debemos proteger", "los oscenses se sienten orgullosos de sus clubes, y es una demanda social que Elboj no puede eludir", "si Marcelino Iglesias cedió un consejero para dirigir el Zaragoza, nadie entendería que pusiera en Huesca menos interés".

Eso hace falta: al mismo Elboj que -entre otras decisiones- contrató con dinero público a un futbolista para que jugara en el Huesca, con la excusa de un difuso e ignoto asesoramiento deportivo, se le exige más madera.

Aparte de que el PP parece olvidar que las fotos a mayor gloria serían todas para Elboj (como les ha pasado acudiendo a Ecija), la confusión del lenguaje es brutal: ¿"señal de identidad"?, si la afición es tan "numerosa" que afloje la mosca, ¿ceder un concejal? por ejemplo o ¿qué quieren decir? ¿que el Huesca ceda otra vez un futbolista como asesor?

Aciertan, creo yo, en indicar que no todo es fútbol y que se puede hacer gestiones para apoyar en la búsqueda de patrocinio al Peñas y al Balonmano, además de a la futura S.A.D., o incluso que se puede ampliar la colaboración económica a cambio de la promoción de la ciudad. Sin embargo, el resto de la nota, como lo reseñado más arriba, manda huevos.

Sigo opinando que el camino más adecuado no es la implicación institucional directa, sin contraprestaciones claras, con crecientes subvenciones anuales, con participación en el accionariado si llegan a darse las circunstancias, con financiación a fondo perdido, con unas alegrías que los presupuestos municipales no pueden permitirse.

Sigo opinando que las obras en el Alcoraz o el campo nuevo deben autofinanciarse por el club y financiar a la entidad, si la titularidad y el uso va a ser sólo suyo. El ayuntamiento que ponga, con toda la legalidad y con criterio, las pertinentes autorizaciones administrativas y urbanísticas.

Sigo opinando que un exclusivo sostenimiento por parte de las administraciones para un equipo de élite es ficticio porque el futuro sólo puede asegurarse con sus propios fundamentos sociales (abonados, accionistas) y económicos (patrocinios empresariales, gestión solvente, ingresos fijos y atípicos). Si esos fundamentos fallan, como pasó con el Peñas a mediados de los noventa, adiós sin remedio y hasta la próxima. Puede ser lo que suceda ahora con ese club y el balonmano. ¿Tanto dependíamos de la burbuja? Eso parece.

En fin. Apoyar y ayudar, sí. Se hizo bien con La Magia del baloncesto en los ochenta, y peor con el pabellón en los noventa. Pero poner tu dinero y el mío porque sí, no. Ya me haré socio y compraré la camiseta si me da la gana.

Confío en que alguien eche ideas sensatas sobre la mesa donde se toman las decisiones en el Ayuntamiento, teniendo en cuenta que quienes algo saben de esto plantean unas cifras asumibles y que los directivos del club (salvo enajenación transitoria) tienen los pies en el suelo, al dar continuidad a la plantilla.

Eso digo y añado que, pasada la comprensible euforia, muy pocas voces se ha escuchado apelando a un baño de realismo: hay que estar preparados para sufrir porque este sueño depende de ese rollo de los dineros pero también en buena medida, de que la pelota entre. Si no hay goles (aspecto incontrolable), podemos despertarnos de golpe, como le ha pasado a más de uno.

[Como mensaje evidente, la foto de arriba refleja la desesperación de Abraham Paz, uno de los mejores futbolistas del Cádiz, que el pasado domingo, en el minuto 96 del último partido de la liga, falló el penalti que hubiera mantenido a su equipo en Segunda A. El Cádiz jugará la temporada próxima con el Ecija]

[Hay más en Karlos o en Vicente]