25/9/07

Cien días

Salvo contadas excepciones pendientes del anterior mandato (pongamos por caso, la escuela infantil y ya ves el fracaso), cien días no es un plazo suficiente para culminar proyectos. Sin embargo, da tiempo para marcar pautas, hacer gestos que demuestren hacia dónde se quiere caminar, enfocar asuntos, arrancar los motores…

El nuevo gobierno municipal cumple cien días y… de todo eso, poco.

Es verdad que se ha encontrado con emergencias (cierres de Mildred y Baes, atropello frente a la Manhattan,…), con un agosto inhábil entre San Lorenzo y las vacaciones de la mayoría, y con la reorganización de algunas áreas pero creo que todos esperábamos más. O quizá no pedíamos más, porque la ciudad respira una quietud otoñal, digna de la siesta que lleva siglos durmiendo…

También es verdad que, aunque no se quiera o no se pueda reconocerlo abiertamente, la obligación de enmendar errores y romper inercias en la gestión municipal exige doble esfuerzo y un período lamentablemente más largo. Pongo en duda que se llegue a conseguir.

Por buscar síntomas positivos que alimenten la esperanza, te señalaré dos:

- En general, parece percibirse un ambiente menos opresivo, compresivo, deprimente, prepotente… que el respirado interna y externamente por el Ayuntamiento en pasadas y recientes épocas. A ver si se confirma y da lugar a una apertura real.

- En el escaso movimiento municipal, Luis Felipe y Fernando Lafuente al menos han ejercido (valorar el acierto merecería otro análisis) desde sus respectivas áreas, haciendo frente a las cuestiones que han ido surgiendo y planteando algunas novedades. Veremos.

De los demás concejales (¿incluyo a la oposición?; me temo que sí), no hay noticias o sólo atisbos de su presencia. Como muestra: Teresa Sas y su éxito de las fiestas, Lourdes Plana atendiendo las pequeñas demandas diarias de los municipios incorporados (eso me cuentan), alguna posición razonable del PP, de IU, de CHA… Como decía antes: poco.

El gran déficit (muchos años y cien días después) está precisamente en la cabeza que, además, ahora afecta a una concejalía fundamental como Urbanismo: confusión sobre el palacio de congresos, silencio oscuro respecto al Area 3 y la subestación, tiempo muerto para las harineras… y signos de agotamiento de su modelo.

Hace cien días que se constituyó el gobierno municipal y 120 después de las elecciones en las que votamos para que siguiera el mismo Alcalde.

Por eso, este análisis puede parecer benévolo con el actual Ayuntamiento, pero en realidad es benévolo… con todos.

Y mañana, Dios dirá.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Proyecto no hay y el dinero fácil se acabó. Así que estamos jodidos.

Anónimo dijo...

La cosa no pinta bien, es verdad, pero sigo pensando que Huesca tiene buenas cartas. Lo que hay que hacer es apostar acertadamente. Sin embargo, esta ciudad lleva demasiado tiempo pasando o dándose mus.