Vertedero

Me confieso un poco perplejo ante el asunto del vertedero industrial que se proyecta junto al basurero de toda la vida, en la carretera hacia Fornillos, subiendo a Apiés, a la derecha.

Para explicarte mejor, he preguntado y en resumen, me cuentan que, si hay responsabilidad y control (o sea, aplicando las normas vigentes), ese vertedero de residuos industriales no peligrosos, que así lo llaman, no tiene más misterio que un vertedero de residuos urbanos. Seguramente tendrá menos, me dicen, porque estará construido de nuevas, con todas las exigencias actuales para evitar cualquier afección y con la previsión de su futuro cierre, sellado, restauración del entorno. Si existe un proceso de selección, lo que allí iría depositado no debe producir, en principio, mayores problemas. A diferencia de lo que hacemos los ciudadanos en general, que tiramos a la basura cualquier cosa, las industrias tienen un registro de productores de residuos y tal y tal. Lo tóxico va a otra parte.

Todo eso está muy bien pero es lógico que el vecindario reaccione. "Vertedero" y "residuos industriales" (como la foto) suena fatal. Casi huele. Más aún, cuando el asunto nació ya torcido. Anduvieron mirando terrenos para construirlo en los alrededores de Lupiñén y luego, de Cuarte. Lo hicieron de aquellas maneras, como de tapadillo, y todos escamados. Claro. Además, no era el sitio evidentemente.

Hay que añadir el oportunismo electoral de Elboj que, sin encomendarse a la racionalidad, salió en tromba (por boca de Sanromán) hace algo más de un año, con intención de arañar algún voto, aparentando una rotundidad de criterios que... se han evaporado hoy.

Y ahora ¿por qué no explican desde el principio todos los detalles (ubicación exacta, características, condiciones, funcionamiento, afecciones)? Quizá entonces dejaría de sonar y oler mal, e incluso el Alcalde tendría un agarradero para justificar su cambio de criterio, más allá de excusarse malamente en un pacto político con el PAR que ¡manda huevos! incluye (porque la Consejería es de su color) un vertedero como objetivo de gobierno.

Y el caso es que podría serlo, como han dicho los empresarios de los polígonos: teniendo en cuenta que -según datos oficiales- en Huesca se producen la mayoría de estos residuos, aducen que favorecerá la actividad de las industrias actuales y futuras (si las hubiere, ojalá ¿PLHUS?). Bueno, es un propósito.

Soy de los que piensa que este tipo de instalaciones para acoger desechos lamentablemente hacen falta. Si no, los restos irían a cualquier ladera u hoyo, a contaminar. Deben estar en algún sitio controlado y en esta época en que hasta el desierto es medioambientalmente protegible, las opciones se reducen. Hay que hacerlo bien y en el punto menos inadecuado.

No me parece que elegir un espacio al lado de los actuales vertederos y de esa nueva planta de clasificación de envases, sea un despropósito. Años llevan los basureros en marcha y nadie se ha quejado. Casi ni se ven, ni se notan. Hace no mucho ampliaron la zona de vertido (de nuestra inmundicia) sin que aparecieran presuntos solidarios con Fornillos, ni escandalizados.

Pero insisto, que nos lo expliquen ya y despacio.

Sin embargo, a pesar de reconocer que falta información y conocimiento, con los partidos de la oposición a remolque, proclamando algunas barbaridades, rectificando sobre la marcha, sin disimular la trayectoria política de algunos de sus protagonistas y, sobre todo, sin ofrecer alternativas concretas ni soluciones reales, se está organizando una barricada preventiva con el NO en la bandera.

Lo siento pero no me sumo, de momento. No veo razones para estar ni al lado, ni enfrente. Espero que me lo cuenten mejor y ya te diré.