22/5/08

Atropellos

Ya sé que hay temas aparentemente más importantes, pero un amago de alarma social se ha despertado en Huesca por un asunto que nos afecta a todos, que somos peatones, conductores o ambas cosas. Exagerando un poco, estamos saliendo a atropello diario. Sin exagerar, alguno mortal o con bebés implicados.

Seguro que es una maldita coincidencia pero también un síntoma más que circunstancial. Cada vez hay más tráfico de vehículos en la ciudad y otras causas. Entre los que formamos parte del extendido grupo de quienes cogen el auto para ir a seis manzanas de distancia, los que dan vueltas buscando aparcamiento, la expansión urbana a barrios cada vez más lejanos del centro, lo acogedor que resulta el coche cuando llueve, la trama de calles y callejas de dos metros con aceras de medio palmo, los aficionados a pilotar agresivamente motos, bicis y turismos, un transporte público que no arranca (¿por qué?), los despistes... Aquí no hay quien transite.

Luego analizamos al detalle cada accidente y resulta que los pájaros se están tirando contra las escopetas: paseantes que cruzan en rojo o por donde no deben, ciclistas que arrollan viandantes (vaya, pedalear no es solución a esto, haya o no carril específico).

De todas formas, hay que tener en cuenta todos esos motivos que he listado más arriba para llamar a la precaución y al respeto de las normas. Si les añadimos peatones infractores y conductores irresponsables, el resultado es trágico tráfico. Ni con docenas de radares y bandas rugosas, ni con mil guardias, resolveríamos.

Se me ocurre aportar, como conductor, un factor psicológico: haber asumido los nuevos badenes (o pasos sobreelevados) que son imprescindibles, provoca que atendamos a esos puntos y nos relajemos en el resto, acelerador a fondo. En otros sitios, si hay semáforo que mirar, sólo vemos las luces y nada de lo que hay alrededor.

Conviene también denunciar que en muchos casos, hay cruces señalizados y pasos de cebra que son una invitación a tener problemas. Dos ejemplos: todos aquellos semáforos donde la fase verde coincide o se solapa para vehículos y personas a pie. Se apaga el rojo, giras el coche a la izquierda o a la derecha y te encuentras de repente con la gente atravesando la calzada perpendicular que tomas, como sucede entre calle del Parque y calle Capuchinas (la esquina de la librería Estilo). O también superas conduciendo el semáforo que da acceso a la rotonda (Salesianos mismamente), esperas turno en la glorieta, la rodeas y llegas a la salida del asunto con el personal cruzando en su verde. Desde el punto de vista bípedo, te puedes imaginar. (Actualizo: Karlos explica otras muestras)

El segundo ejemplo:


Es la calle Fraga llegando a la extraña rotonda de su intersección con avenida Pirineos y tras una larga recta. Si el peatón te viene de la izquierda (como en la foto), se deja ver. Si viene de la derecha, te aparece desde detrás del último coche aparcado antes del paso de cebra y, aunque vayas a 40, susto para los dos, en el mejor de los supuestos. Si vas andando, tampoco ves venir y deduce tú la experiencia adrenalínica. De este tipo de errores infraestructurales hay muchos y tienen solución.

La verdad es que me resulta cansino tener que tratar de esto en una ciudad como la nuestra, pero parece que estamos metabolizando mal el crecimiento. La peatonalización de las zonas con más circulación de personas que caminan, compran, pasean, papelean... será (cuando Dios quiera) un remedio necesario pero parcial. Si no somos algo más cívicos o cumplidores (y el Ayuntamiento pone su parte) seguiremos viviendo atropelladamente.

Disculpa el rollo y la digresión respecto a la intensa actualidad de otro tenor.

(Actualizo: el Ayuntamiento se suma al llamamiento a la prudencia. Vale, pero quizá podría reactivar también la ponencia de seguridad vial o su grupo técnico para que señalen los defectos de la ciudad en esa materia, que abundan, y para corregirlos)

(Vuelvo a actualizar: el PP lanza propuestas diversas. Lo hace con el exceso de agresividad en las formas que suele adornarles, pero muchas de ellas dignas de estudio y aplicación. Veremos)

7 comentarios:

karlos dijo...

Los atropellos no creo que sean por la mayor cantidad de coches, son mas bien por la falta de atencion de conductores y peatones, los primeros que piensan que la calle es suya y como su vehiculo les proteje alla que van, los segundos que todavia piensan en ciudades con carros y mulas y cruzan por donde les sale, un ejemplo lo tienes en Salesianos a las 14.50

Anónimo dijo...

El paso de cebra de la calle Fraga está situado en el peor sitio posible. De todas formas hay pintada una línea amarilla para que los coches no aparquen en ese lado de acera y haya visibilidad, pero los coches no la respetan y aparcan. La policía municipal pasa todos los días por allí varias veces y aún no he visto a la grúa actuar.
También hay que contar con la prudencia de los conductores, que los hay, pero hay kamikaces que aún sabiendo que van a llegar a la rotonda y viendo que hay un paso de cebra, no levantan el pié del acelerador y superan con mucho los 40 kilómetros por hora.

Guillermo dijo...

Sí, Karlos, aunque añadiría el volumen (creo que creciente) de tráfico y los defectos de esta ciudad para gestionarlo.

Anónimo, iré a ver esa raya amarilla porque no la recuerdo, pero te creo porque hay veces que esas señales algunos las entienden como "aparque aquí". ¿Policía? Bueno dicen que el coche policial ha puesto miles de multas. Sobre kamikaces podemos hacer un concurso.

Guillermo dijo...

Continúo.
En efecto, la raya está pero siempre, siempre, hay algún coche aparcado. Sin embargo, también he detectado algunos/muchos otros pasos de cebra con el mismo problema pero sin raya. En la puerta principal de San Viator, mismamente.

Anónimo dijo...

El paso de cebra de la puerta principal de San Viator es para llorar. En ese lado de acera los aparcamientos para vehículos están pintados con una línea blanca discontinua y para aprovechar toda la acera, el Ayuntamiento permite aparcar entre la esquina (que forman la calle del Parque y Travesía de San Viator) y el paso de cebra. Gran irresponsabilidad porque no se deja ver a los peatones que cruzan por allí.

Guillermo dijo...

Exacto. Y tampoco se ve al peatón en la siguiente esquina del colegio (calle del Parque / Ricardo del Arco). Seguro que hay docenas en toda la ciudad, aunque el caso que mencionas es especialmente absurdo y peligroso.

Anónimo dijo...
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