Corrígeme si me equivoco, pero tengo una extraña sensación de que Huesca se mueve... Quiero decir que la sociedad oscense (circunspecta, individualista, fata y conformista) parece haber tocado la tecla de la expresión, del espíritu crítico, del hablar no sólo en la barra y hacer que esa voz se articule y llegue...
De momento sólo ha sonado un "do". Nada de una sinfonía, pero esta primera nota podría ser (ojalá) el principio de una bonita historia.
Datos:
- Afectados y vecinos pusieron manos a la obra con el asunto de la subestación (actualizo con novedades en los comentarios) y por lo pronto, ERZ baja de las alturas para convocar un encuentro. Ya sabes que soy escéptico pero al menos, se ha ganado en consideración y, con esa reunión, en información. ¿El señor concejal de Urbanismo podría tomar ejemplo? Se verá obligado a poco que se apriete algo más.
- Mildred ha sido un ejemplo de lo contrario, cuando los trabajadores han estado cuatro y solos en cada concentración durante los largos meses de la crisis. Ahora, tarde para ellos pero con opciones para que vuelvan a respirar, se percibe otro ambiente. La ciudad (los ciudadanos) parece dispuesta a no aceptar en silencio y pasividad (como sucedió en los 90), que la industria de Huesca siga padeciendo amputaciones y anemia. Mildred es el símbolo impuesto por la realidad para catalizar una movilización que es necesaria. Incluso quien manda en el Ayuntamiento lo ha entendido así y parece que en vez de preocuparse tanto por salvar la imagen con una pose de pura propaganda, acudiendo forzadamente a la manifestación, prefiere animar a hablar y por su parte, escuchar y hacer (o intentarlo). Bien. Pues vamos a decirlo bien claro: Huesca quiere crecer y la industria es esencial para conseguirlo y, de entrada, para dar una solución a los perjudicados por este penúltimo cierre. No me hacen falta diez mil este jueves por las calles. Basta con ser bastantes.
- El cartel del conejo ha provocado una reacción dura pero estimable porque, en lugar de acudir todos al huesquetismo de exigir peanas, parrillas, toros, danzantes y pañoletas, en general se está comentando desde un punto de vista abierto y con propuestas: recuperar el concurso. En otro tiempo, se hubiera quedado en un run-run cabreado y poco más (como pasó ante el cartel de mary poppins), con la excepción de aquel año en que hubo una edición de un cartel alternativo y peñista...
- La profusión de blogs y su influencia en aumento puede ser otro dato. Conviene ponerlo en cuarentena porque todavía está por ver hasta dónde llegaremos y cómo, pero algunos éxitos ya "nos hemos" apuntado y que siga.
Todo esto puede ser una simple coincidencia que muera con las vacaciones y no vuelva en otoño. Puede ser que todo se deba al empuje de unos pocos (líderes de los afectados del Area 3 y de las asociaciones de vecinos, comité de empresa, bloggeros) y que no brote realmente del "humus" ciudadano. Puede ser también que factores casi de psicología social como la ruptura de la mayoría absoluta, con aparentes nuevas actitudes o con la percepción de que es posible influir, hayan abierto la tapa del piano y al poner un dedo... suena.
Hoy es lunes pero tengo esperanza en nosotros mismos, porque sólo así, con esta ¿vitalidad?, haremos de verdad Huesca.
Hace 3 años
3 comentarios:
Comparto esa esperanza.
Ya sólo nos queda hablar en Esperanto y empadronarnos en Madrid para tener una presidenta que se llame Espe.
Tú que tienes una "academia de la vida" podrías promoverlo on-line...
Ahora en serio: sí, tenemos esperanza. No será cosa de YA pero quizá empezamos a comportarnos diferente. En fin, ojalá. O sea, Dios lo quiera, si es que tiene tiempo de ocuparse de estos asuntos.
Actualizo sobre subestación
A ERZ-ENDESA le crecen los enanos. Justo en vísperas de dar (probablemente) explicaciones sobre la garantía de seguridad de la futura subestación soterrada del Area 3, les explota el apagón en Barcelona, con una reacción en cadena a partir de la caída de un cable que ha provocado incluso más de un incendio alarmante en subestaciones urbanas. Con éste y otros precedentes, a ver cómo dan garantías, si ya lo hicieron y teniendo su credibilidad dañada por el suceso. Mal asunto.
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