26/7/07

Regular tirando a mal

Llego de la manifestación por Mildred, por la industria en Huesca, por Huesca.

Las sensaciones son diversas pero la mayoría de ellas, negativas. Regular tirando a mal.

Ya sabíamos que aquí es más que difícil sacar a la gente de casa para estas cosas. Pero lo mismo que estaban "coseando", en las tiendas o en los veladores podrían...

En fin, al final, en total, unas 600 personas. No me bastan. No son bastantes.

Ahora bien, no se le puede exigir al ciudadano de a pie. Los "anónimos" éramos muy pocos, sí, pero contando con una plantilla cercana a 400 trabajadores y sus familias o allegados, sólo los directamente afectados deberían haber sido al menos mil. Y no estaban ni ellos. Ni la mitad de ellos. Luego harán acampadas (¿las harán?; yo les recomiendo que no) y pedirán firmas y voceará alguna líder sindical (¿habrá entendido el mensaje de 'basta de demagogia' que le ha tirado su homólogo ugetero?) pero...

La culpa tampoco es de ellos, de los despedidos. Tienen de sobra con buscarse la vida. Creo que alguien nos ha embarcado a todos en esta tardana movilización que había que hacerla, que tiene razones justificadas y objetivos loables, pero también errores de bulto: no se ha hecho todo lo posible por sumar sino a veces por restar.

A pesar de ello, estaban representantes o miembros reconocibles de partidos (todos menos el PSOE) y sindicatos, asociaciones o entidades (destaco la presencia del Obispo porque esta vez sí merece esa mención favorable) y del comité de ERCROS.

El ambiente, más bien frío aunque hubiera 30 grados de temperatura.

En vez de manifestación, como suele suceder, se ha ido paseando (con parada para salir por la tele) hasta la plaza de Cervantes. Pienso que ni siquiera hemos llegado todos allí.

El remate, de traca: en vez de un discurso unitario, cada sindicato ha hecho el suyo. Con distinto tono. Otro error grave.

Para mí, Laguarta ha sido el más acertado: ha reconocido que faltaba gente en la movilización; ahora sí ha señalado a la gestión de la empresa como causa de la crisis; ha explicado que las administraciones públicas podían hacer no demasiado en este caso pero sí ha reclamado con fuerzas que se muevan para crear empleo industrial en Huesca; e incluso ha planteado como interrogante lanzado al aire (por si alguien lo recoge) una posible cooperativa con apoyo público en Mildred.

El representante de USO, Jesús Cuartero, ha sido abstracto y general. Y Arancha ha echado un mitin con buenas dosis de eso que le han afeado de antemano desde el sindicato vecino. Que se lo haga mirar porque creo que sus declaraciones y actuaciones arrancan aplausos de ocasión, pero no han sido las que más han ayudado antes y ahora.

Entre las sensaciones menos negativas, una conclusión: estamos donde estábamos. Podría haber sido la oportunidad de dar un puñetazo en la mesa del futuro, pero al menos, conservamos la mano y la mesa para otra vez (¿que quizá nunca llegue?). Los dirigentes políticos se han comprometido en buscar soluciones a la plantilla y no se echarán atrás, espero. Pasará el verano, llegará el otoño. Alguien comprará las naves y abrirá otra fábrica, seguramente más pequeña. La maquinaria se venderá para enjugar las deudas. Los 400 se "recolocarán".

Y el ritmo cansino de esta ciudad engullirá la crisis de Mildred y sanseacabó. La vida sigue igual en Huesca, para Huesca. Tal vez ése es el verdadero problema.

Mientras, los conejos blancos son más famosos que varios cientos de parados.

¿Tendré que revisar alguna nota anterior?. Me niego. Poco a poco habremos que esto cambie.

Actualizo: Después de leer otras crónicas bloggeras, como Luis o Cambridge, y revisar alguna noticia exagerada, me temo que voy a ser una nota discordante. Quizá me paso de exigente. En fin, me pongo la venda antes de que lluevan los palos (que acepto) en los comentarios.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta vez discrepo. El discurso más acertado el de Arancha de CC.OO que no solo arrancó aplausos tal y como dices sino que dijo verdades como templos. Marcelino y Aliaga han mentido como bellacos y han parado las movilizaciones durante la campaña electoral. Así lo reconoció en su manifiesto y dijo que se había sentido engañada. El de USO no se enteró que mayoritariamente (más de un 90%) de las trabajadoras eran eso trabajadoras (mujeres) y habló todo el rato en masculino y Laguarta (UGT) prisionero de su doble militancia (UGT-PSOE) incapaz de hacer una crítica a Marcelino, ni tan siquiera al PAR. Por lo demás, la ciudad de Huesca como el conejo del cartel, cobarde, huidizo y en fiestas se pone una pañoleta verde.

Anónimo dijo...

Considero que el discurso más acertado ha sido el de CCOO. No acabo de entender porque en este jodido país y ciudad cuando alguien hace crítica política a los que mandan, rápidamente se le acusa de demagogo. Al pan pan y al vino vino y eso hizo respecto al vergonzoso papel de Marcelino y Aliaga. Respecto de UGT, como siempre a servir los intereses del PSOE , eso sí alucinante que salgan ahora con propuestas de pago de diferenncial de la deuda por el GA, apoyar alguna gestión mixta o de tipo cooperativo, y para despitar y no comprometerse en términos de pregunta. Pero si hace cuatro días el Sr Aquilué bramaba ante propuestas de este estilo, olvidando que no le había parecido tan mal en alguna ocasión más de su interés. USO ni fu ni fa.
Una pena, el parque bar a tope, los balcones como para ver el paso de los danzantes y el comercio como si tal cosa. ¿Huesca tiene lo que se merece?

Anónimo dijo...

Agradezco vuestros comentarios. Evidentemente la valoración de los discursos de cada portavoz sindical (insisto: que los hicieran cada uno por su lado me parece un error), es una opinión. Afortunadamente discrepáis, si no ¿qué sería esto?.

Puedo estar equivocado pero pienso que hay dos puntos de inflexión claros en este triste proceso de Mildred:

- La desmovilización de la plantilla fue producto por encima de todo, del golpe de efecto del empresario que fue quien más seguridades dio sobre la venta. Los sindicatos estuvieron en la decisión de fiarse. No sé qué dirían Iglesias, Aliaga o Elboj en las reuniones pero sí he repasado despacio sus declaraciones públicas y sólo prometieron hacer todo lo posible, asegurando que era factible pero muy complicado. Se les puede acusar de que no haber convencido (¿o confinanciado?) a un comprador pero cuando se ofrece un millón de euros por algo que vale veinte veces más... Pero creo que no se les puede acusar de mentir en campaña salvo compromisos puertas adentro que desconozcamos.

Yo recuerdo a alguno de la política diciendo que Mildred tenía muy serios problemas para resultar atractiva, mientras que algún sindicato quiso cortarle para cabeza y le llevó la contraria afirmando (y sigue afirmando) que era un chollo por tecnología (¿no se enmohecían los productos) y negocio (¿con un sólo cliente y deudas hasta las cejas?).

También es verdad que los políticos no han medido bien (y deberían haberlo hecho) las esperanzas y expectativas, la confianza en ellos que quisieron agigantar en campaña. Ese es un problema, aunque el mayor sea que solución para los despedidos y para la industria en Huesca continúe pendiente. Y ahí hay que darles.

- Otro aspecto de la desmovilización y las dificultades fue que la administración concursal abrió un plazo hasta julio, mucho más allá de la campaña electoral, y ya sabemos que no habiendo una fecha límite inmediata, calma y a otra cosa. Además, bajo esa administración nadie más puede tomar decisiones sobre la empresa sino como mucho, proponer y plantear. Creo que así se ha ido haciendo, sin resultado.

Creo que los sindicatos no han estado a la altura ni entonces, ni después, ni ahora. Buscar como máximos culpables a los políticos es lo más fácil. Explicar que las cosas no son tan sencillas, difícil. Aludir a Delphi como ejemplo, como hizo Arancha, creo que es desconocer o agitar un espantajo falso. No hay comparación posible. También dijo que los políticos les habían manipulado... Con la potencia que se supone a unos sindicatos (economistas, juristas...) ¿no es reconocer en parte que también ellos han fracasado?. Lanzar mensajes contra la totalidad de la economía de mercado es transnochado. Yo tampoco estoy de acuerdo con el capitalismo a ultranza, pero creo que (¿seré socialdemócrata?) hay otras vías en ese marco.

En fin, perdonad el rollo, pero así lo he visto, aunque no es lo que más me preocupa. Me preocupa que las gente de Mildred encuentre un futuro y que Huesca (acertó Arancha) deje de ser huesqueta. Por eso fui a la manifestación en vez de sentarme a tomar una caña en los porches.

Comparto con vosotros esa sensación de que Huesca es como el conejo del cartel (se toca los huevos además) y que tenemos lo que merecemos. Pero es una sensación, no una convicción, ni un horizonte. Vamos a seguir colaborando para cambiarlo.