Estoy malo

El domingo hice patria a mi manera y me entretuve sobre el césped felicitando a la gente de Córdoba...

La cuestión es que la tormenta me pilló a medio camino del coche, aparcado más allá del quinto pino, y ante la certeza de que me iba a mojar pero ante la duda de seguir o regresar al campo, opté por volver y refugiarme en la tribuna.

Error. Ese ratito allí, medio "chupido", viendo caer el granizo, fue relajante pero traidor: llevo un resfriado de narices (en doble sentido).

No me impide escribir pero sí me entorpece (más de lo habitual) para pensar. Será que tengo fiebre también. No sé.

El resultado es que dejo a medias algunas notas que tenía preparadas pero que se me han cruzado y volveré cuando escampe.

Este cierzo creo que me ha acabado de rematar...