18/9/09

La marihuana

Se está diciendo una cantidad ingente de insensateces acerca de la manera de castigar al empleado del Ayuntamiento que cultivaba marihuana en las naves municipales, aprovechándose de sus medios, lugar y puesto de trabajo y quizá de su tiempo de trabajo y tal vez de otros factores.

Supongo que ya sabes de qué va.

El Ayuntamiento denunció al empleado ante la policía y se inició el correspondiente procedimiento ante los tribunales que ha quedado en nada, porque según el fiscal se trataba de una cantidad de hierba insuficiente para traficar, por lo que debía tratarse de brotes verdes para consumo propio.

Me deja perplejo pero aplico la prudencia (en vez de la insensatez) porque no soy letrado, ni me sé el código penal. Todo queda más claro después de leer este párrafo de un reportaje de El País sobre el cultivo doméstico de marihuana:
El problema del cultivo es que, en sus distintas fases, el hilo que separa la ilegalidad de la legalidad es muy fino. Las semillas son legales; pero las plantas, no, y aun así, no es lo mismo si la planta ha florecido y tiene cogollos -es decir, la substancia denominada THC, que está calificada como droga- o no. En cualquier caso, "una simple hoja es ilegal", explica Jaume Torrens, abogado de la ARSEC (Asociación Ramón Santos de Estudios del Cannabis), "pero no es delito. (…) Lo que constituye objeto de delito es el tráfico, pero es muy difícil demostrar que una persona planta para vender".
O sea, si lo hubieran pillado semanas más tarde…

El motivo de la bronca política es que el Ayuntamiento no haya hecho nada para conseguir que su empleado fuera castigado penalmente por la Justicia, en una decisión tomada personalmente por el Alcalde. ¿Debía haber tratado de mantener abierto ese procedimiento? No lo sé. A bote pronto, pienso que sí pero no lo sé. ¿Por qué no lo hizo? No lo sé, aunque si añadimos unas peculiares declaraciones de Elboj sobre la segunda oportunidad que debe concederse a toda persona, deducimos una benevolencia que casi nadie comparte: la mayoría opina que debería caerle un palo adecuado al funcionario. ¿Favoritismo? Si se dan las mismas circunstancias en otro caso, podremos averiguarlo.

Y con esas declaraciones, surge la duda: ahora el Ayuntamiento debe continuar con el expediente abierto para determinar posibles sanciones laborales, pero ¿será también benévolo? De acuerdo con la legalidad y sin empeños ejemplarizantes, creo que no tendría justificación saldar la cuestión con una reprimenda y poco más.

La credibilidad institucional está en el alero ya que lo sucedido en las naves es grave, aunque por otro lado, no supone un aval para la bronca montada por algunos concejales aficionados a la política que juegan a jueces y manejan el lenguaje y los conceptos con ignorancia, atrevimiento e irresponsabilidad porque pugnan por desgastar a Elboj, aunque de paso perjudiquen alegre y gravemente el futuro y la vida de alguien que todavía es un presunto infractor y no es el único posible culpable por acción u omisión.

Dicho esto, Elboj de nuevo ha vuelto a equivocarse, a actuar con personalismo, a errar con sus palabras hacia el obligado respeto (interfiriendo en un expediente administrativo aún inconcluso) y a confirmar que se considera a sí mismo por encima de los demás, de las razones, de la realidad, poseedor único de la verdad y del bien. Nada nuevo, aunque resulta más llamativo en este caso, porque a los oscenses nos interesan y ocupan más ese tipo de asuntos que otros realmente de mucha mayor importancia para cada uno y para todos.

4 comentarios:

Espartaco dijo...

Más allá de la marihuana y la necesaria despenalización de la misma creo que el debate se centra en otros aspectos.

En primer lugar por el afectado directo, por el cargo que tenía (encargado de almacén), por ser hijo de quien es y por la relación de su padre con el Alcalde.

En segundo lugar por una dinámica en temas municipales relativa a los trabajadores en ocasiones incomprensible: expedientes en la policía local, expediente al jefe de bomberos, oposiciones mal convocadas, etc.

En tercer lugar por una larga sospecha mantenida desde hace tiempo sobre la eficacia de los trabajadores de las brigadas municipales

En cuarto lugar por la propia acción del Equipo de Gobierno en ese caso, al prinicipio implacable (con policía y todo) para pasar a segundas oportunidades.

Todo ello hace un cóctel que la sociedad comienza a no digerir bien y que este caso se convierte en la gota que colma el vaso. No creo que sea tan sólo el caso del muchacho éste, es todo, es el conjunto de un desgobierno municipal trufado de Palacios de Congresos con sobreprecio, dineros para el fútbol, recalificaciones a demanda... y una situación de crisis que desborda ampliamiente la capacidad de acción del Equipo de Gobierno. Y claro, cuando el Equipo de Gobierno ha hecho una política pública de proyección personal del Alcalde (y no sólo proyección) pasa lo que pasa.

karlos dijo...

En sus declaraciones habla de que ha consultado a su servicio juridico, ese que no gana un juicio en años.

PepitoGrillo dijo...

Lo de que el cultivo fuese de "maría" me parece algo trivial, porque si hubiesen sido tomates, lechugas, berenjenas... también para consumo propio ... ?
Yo también quiero un trocito de nave municipal, el que me corresponda, y pondría unas abejitas para que hicieran miel, eso sí, para consumo propio.
¿Qué tal la miel de maría en vez de tomillo y flores silvestres?, porque este funcionario municipal si no ha cometido ninuna falta podrá seguir cultivando maría ¿no?.

Guillermo dijo...

Ciertamente, Espartaco.
Como decían los pedantes, la "dinámica actual" del Ayuntamiento es negativa. Sin embargo, dudo mucho que trascienda finalmente en las decisiones de los ciudadanos con su voto, que es la única manera de cambiar esa dinámica de deriva constante desde hace años, al menos desde el anterior mandato. Y no trascenderá porque el panorama de intereses de cada cual difiere de asuntos a los que otros damos tanta importancia y porque padecemos una clamorosa falta de alternativa fiable.

Servicios jurídicos que no ganan juicios, Karlos, en efecto. Pero, además de su dudosa competencia, el problema está en que muchos de juicios resultan imposibles de ganar porque la chapuza de los procedimientos anteriores no deja margen alguno. Resulta increíble.

Bueno, Pepitogrillo, parece ser que ese uso de bienes públicos no es delito en sí mismo, sino en todo grave una agravante de un delito que no existe y por lo tanto, no se aplica. Otra cosa será el expediente laboral y administrativo donde sí se tendrá en cuenta, espero. Yo también quiero un trozo de nave para guardar mis cosas, aunque algunas puedan ser ilegales...