9/10/08

Estoy en crisis

El espacio donde antes habitaba un impulso de explicar y opinar, ahora se colma de vacío indiferente y negro.

Me niego a que se trate de la consecuencia de una erupción de pesimismo, aunque quizá sea realmente la causa. Tal vez el otoño sirva como autojustificación. No sé.

De todas maneras, ya conoces el efecto evidente y concreto: nula actualización del blog que ahora estás leyendo.

He pensado en señalarme una fecha exacta para forzarme a volver a escribir, como se aconseja por ejemplo a quien decide dejar de fumar. Personalmente ni lo uno, ni lo otro.

Este blog quiso y quiere ser público en todos los sentidos, pero el origen de sus contenidos necesariamente, como en toda comunicación humana, es personal.

Por eso, cuando cuanto sucede en Huesca como colectivo social, me deja frío y ni siquiera me provocan reacción las dificultades particulares en mi relación con la ciudad (¿dónde aparco, leche?, pongamos por caso) o la acción u omisión de los gobiernos y entidades me parece que no alcanza trascendencia real, mejor me callo. Nada que pueda opinar merecería la pena.

Dice un amigo (mentira, la verdad es que me lo digo a mí mismo) que es una crisis refleja de la Crisis, por la que he aceptado sin rebelarme que estamos en manos de acontecimientos que nos superan, que no controlamos, que vaya a usted saber el crack que nos contará la radio en cualquier momento y su réplica en nuestro entorno inmediato.

Es decir, todo da igual, todo pa qué, si un bancario de subprimes de Hong-Kong salta por la ventana del undécimo piso de sus oficinas y las acciones de su entidad van en picado a la misma velocidad, de manera que pierde la calificación AA+ de sus activos financieros, en los que tenía intereses un intermediario de Luxemburgo, asociado ocasionalmente con algunas federaciones de cajas de ahorro de toda Europa que advierte a sus miembros para que analicen la profundidad de su implicación y efectos, de forma que la primera decisión es suspender nuevas operaciones de crédito por dos semanas, justamente cuando la empresa de producción de máquinas tragaperras de Almendralejo tenía a punto un préstamo para adquirir nuevos displays y se ve abocada a parar la producción y presentar un ERE que afecta hasta recaer en el alcohol, al cuñado de la gerente de una fábrica de galletas de Valladolid que viaja a Extramadura para ayudar a resolver la crisis familiar, mientras en su ausencia el departamento de inputs arriesga a una bajada de precios del cereal panificable y aplaza una compra que motiva la forzosa solicitud de hipoteca de la vivienda de turismo rural de un agricultor de Robres que, al no obtenerla, se ve embargado, mientras su hija -que es mi novia a la que conocí en el Pilar de hace dos años en Zaragoza- debe abandonar los estudios y, por la distancia, a mí.

Sin embargo, estoy convencido que, si mi amigo acierta, una mañana me levantaré y me alzaré en palabras como armas, después de que haber completado el razonamiento: si todo da igual, al menos empujemos para mejor y aquí, mientras podamos. De nuevo, volveré a criticar, a proponer, a pensar en Huesca y tranquilizaré la conciencia cívica de oscense, la única que se queja de que yo esté en crisis.

Será pronto, creo.

Por tanto, te pido que de vez en cuando vuelvas por esta página.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Nosotros no tenemos poder alguno para cambiar las cosas.

Esta "sociedad local" es muy cerrada, mal intencionada, egoísta, envidiosa, y en escaso generosa.

La idea de mantener un blog, era buena, mientras se respetaran unos mínimos, pero esos mínimos, no se pueden cumplir. No hay donde sacar.

Sólo los blog´s más insustanciales funcionan. Ellos no quieren que nada cambie. Sólo quieren matar 20 minutos escribiendo una parida para echar unas risas, lo cual, también es muy sano.

Así que si quieres seguir escribiendo, hazlo por propia iniciativa. Alguien lo leerá, y encontrará un punto de referencia válido.

dAv!d dijo...

Te entiendo perfectamente, Guillermo. El ser humano perteneciente a la sociedad que nos ha tocado vivir basa, por lo general, sus aspiraciones máximas y metas a medio y largo plazo en cosas materialistas (una casa mejor, un coche nuevo, la tele más grande de la tienda...) fundamentalmente. Cuando de repente la sociedad se despierta y se dá cuenta de que el dinero es una quimera, que en cualquier momento se nos escapa de las manos sin que sepamos muy bien por qué y aquellos que deberían saberlo no lo saben (o se hacen los locos), las bases de la sociedad se caen.
No digo que sea exactamente tu caso, no todo el mundo se basa en cosas materiales, pero si quienes están a nuestro alrededor están inquietos, con miedo y decepcionados al ver tocadas sus metas, repercute en el ánimo general.

Es eso, o la plaga de hormigas voladoras que vivimos estos días.

De todos modos, es en estos momentos cuando debe despertar progresivamente en nosotros la esperanza de que la humanidad pueda aspirar a cambiar sus metas por unas más justas y que respeten el entorno. A mí me conforta mirar hacia América y ver cómo se está dando la vuelta a la tortilla en la relación EEUU-Resto.

Anónimo dijo...

Bueno Guillermo todos necesitamos de vez en cuando un descanso en nuestro "frenesí" comunicador. Espero que dure poco el lapsus y vuelvas con energías renovadas. Pensemos, aunque sea un poquito, que a esta ciudad le van bien estas refelxiones. comentarios, ánimos-desánimos, que algunos plasmamos en digital.
Miguel Solana

Anónimo dijo...

Lo cierto es que Huesca es pesimista por naturaleza, bueno, todo Aragón lo es. La realidad como dice Spyglass es que nosotros no tenemos poder de cambiar las cosas, ¿o sí? Si, yo creo que sí, lo que ocurre es que las utopías no se cumplen porque para cambiar las cosas mediante pequeños gestos personales deberían ser imitados y seguidos por la mayoría, y ya sabemos como funciona todo por estos lares, maricón el último y a los demás que les den por el culo, en consecuencia, no, no tenemos poder para cambiar las cosas. A parte de eso me ha encantado la descripción encadenada de hechos que por otra parte es la pura realidad y que hace ya décadas que se conoce este fenómeno con el nombre del "Efecto mariposa" así nace una crisis, así nos afecta y así se lo hemos contado.

Anónimo dijo...

Para estar a la última, cierra tu blog.

http://www.elmundo.es/elmundo/2008/10/21/catalejo/1224610998.html

Vicente Lera dijo...

Guillermo, te dura demasiado la crisis, ¿¿no??. He de reconocer que yo ultimamente no actualizo como antes... Pero tú... tienes que ponerte las pilas!!

Sal de la crísis!

Anónimo dijo...

Aqui lo que hace falta es un par de hostias encima de la mesa.

Guillermo dijo...

Gracias a todos. Poco a poco