17/7/09

Plaza de Zaragoza

Ya sabes que la llamada "Ley de la Memoria Histórica" (en realidad tiene otro título, más largo que los carteles del Plan E) ha venido a dar otra vuelta a muchas cuestiones que se quedaron a medias en la época de la Transición. Entre esas cuestiones, por simplificar, los nombres de las calles y plazas que todavía homenajean (no es cualquier cosa ponerle una calle a alguien) a personas o entidades relacionadas con el franquismo.

Se trata de aplicar el artículo 15 de esa norma:

Las Administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura. Entre estas medidas podrá incluirse la retirada de subvenciones o ayudas públicas.

Lo previsto en el apartado anterior no será de aplicación cuando las menciones sean de estricto recuerdo privado, sin exaltación de los enfrentados, o cuando concurran razones artísticas, arquitectónicas o artístico-religiosas protegidas por la ley.
Nada que objetar a estas alturas: es la Ley vigente.

Ahora bien, ¿en qué medida se trata de una exaltación al alzamiento, la guerra y la represión que Emilio Miravé tenga su mención en el callejero oscense o es un "recuerdo privado"? Pongo ese ejemplo intencionadamente, porque al empezar con un debate uno por uno, nombre a nombre, entramos en el terreno de las opiniones, las connotaciones, la subjetividad, de manera que tomar una decisión va a ser muy difícil por no decir imposible. ¿Le quitamos la calle a José María Lacasa pero se la dejamos a Vicente Campo? Depende.

Una muestra de la complicación y ausencia de criterio es que el Diario dice que el Ayuntamiento se está replanteando en firme la denominación de la Plaza de Navarra (para llamarla "de Zaragoza", como tú y yo) pero rápidamente el concejal implicado matiza a la baja y corrige en otro medio, mientras parece que van a dejar los Porches bautizados "de Galicia", pero ahora con significado de autonomía que borre el vestigio de las tropas "defensoras" de la ciudad entre 1936 y 1938. Un eufemismo que lo mismo sería aplicable a los nombres de los alcaldes porque al fin y al cabo, lo fueron (por ejemplo, en la web del Congreso figuran procuradores franquistas en su buscador histórico de diputados). O no.

Y ésta es la parte fácil. Peor será cuando definitivamente haya que debatir ese "Voluntarios de Santiago", pongamos por caso, de los que quizá aún sobreviva alguno, quedan muchos de sus descendientes de aquella unidad y conozco a más de un convencido.

Lo que hay es miedo a la polémica, no nos engañemos. Van sobre el tema pisando cristales o buebos y utilizando argumentos peregrinos como el coste para particulares y empresas de cualquier cambio. Es ir dilatando, procurar no molestar a nadie, evitar decisiones rotundas.

El remate es la mezcla. CHA tuvo la responsable iniciativa de lanzar este asunto, de acuerdo con la Ley, aunque al mismo tiempo, aprovechando la tesitura, sacó a pasear el laicismo y puso en solfa otras denominaciones como el hospital San Jorge, el centros de salud Santo Grial, el Perpetuo Socorro o el colegio Juan XXIII... que no sé qué pintan en este jaleo.

La mayoría tenemos una edad en la que poco nos afecta que en una placa y un plano ponga "Estrecho Quinto" o "Largo Caballero", porque nos hemos librado afortunadamente de la pertenencia a aquellas dos españas o a incluso de desencuentros pasados (ya lo viste en los comentarios al mulo)

Sin embargo, no podemos ser tan simples o ignorantes: el callejero nos retrata como sociedad y la Ley es la Ley.

Por esa misma razón, se me ocurre que el Ayuntamiento podría:

1.- Cerrar una propuesta que supusiera cambiar de nombre de todas aquellas calles o espacios urbanos que inequívocamente tengan fundamento franquista (la Plaza de Navarra sería "de Zaragoza" y punto; los Porches de Galicia, "Calle de los Porches"; los cosos como ahora, sin vueltas atrás; Voluntarios de Santiago por "Calle de los Voluntarios" para reconocimiento a todos ellos, incluido el voluntariado social actual...) a la vez que permanecen los nombres de los alcaldes de ésa y de todas las épocas. Es mi criterio pero al menos es un criterio. Estoy dispuesto a estudiar otros nombres porque no voy a hacer aquí la lista entera.

2.- Organizar una consulta popular, de acuerdo con la normativa en esa materia (no es sencillo pero se puede intentar) y utilizando todas las posibilidades de las nuevas tecnologías, para que el personal opinara y participara realmente, porque en estas cuestiones no me vale tanto la democracia representativa.

Ya lo he dicho.
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(Más en Karlos)

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La foto histórica está sacada de altoaragon.org, un pionero que sigue siendo uno de los mejores sitios oscenses en internet

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