3/7/07

Habemus pactum

Sin sorpresas. Con normalidad (que también es valorable). El PSOE y el PAR han acordado un programa para el Ayuntamiento. Luego pondrán los nombres en los cargos. El orden es el correcto: primero a ver qué hacemos y después quién se hace cargo de cada área.

No había misterios que resolver sino una "hoja de ruta" para mover Huesca claramente señalada desde hace años. Por eso, confío en que el programa encajará con las expectativas. No serán tan estúpidos aún con pequeños matices y con pelos de ambos que se queden en la gatera. Del PSOE porque deberá poner como objetivos prioritarios algunos asuntos a los que no ha hecho ni caso. Del PAR porque tendrá que tragar con más de una herencia pesada.

Las caras, también encajarán. Aunque de alguien con omnipotencia como Elboj se puede esperar cualquier cosa.

De todas maneras, creo que el contenido del pacto (frente a la curiosidad o noticia por algún detalle) y que los responsables (ya hay quinielas) serán, dentro de cuatro años, de menor importancia. Incluso dará igual qué o quién está y qué o quién deja de estar en el programa y en los puestos.

El asunto es y será el resultado, el balance. Que se haga de verdad por poner a Huesca en onda sin que eso nos cueste más tiempo, más dinero, más bronca de lo estrictamente necesario.

La apuesta de los oscenses estaba clara: Elboj tiene otra oportunidad y debía elegir compañero minoritario de viaje, al que le cae el "marrón" de evitar que el alcalde desbarre. Es el PAR con Lafuente. Bueno. Quizá a muchos les hubiera gustado probar otra opción pero no están los tiempos para ir contra corriente. Normalidad.

Insisto: da igual. Un gobierno rojo o verde o amarillo o blanco o negro, pero que sea capaz de cazar ratas y ratones y que se aplique al tema o a los temas requetesabidos.

Desde ya, a pesar de tanto que no tiene fácil remedio: un palacio de congresos con presupuesto disparado, un precio de la vivienda enloquecido, un convenio para el Area 3 de casi imposible marcha atrás, unas mejoras para el abastecimiento de agua que van a exigir alguna vuelta de tuerca impositiva, unos años perdidos para el desarrollo industrial, un tráfico y aparcamiento que tardarán mucho en experimentar novedades reales, muchos vicios de aislamiento social y dirigismo desde el Ayuntamiento...

No se trata de que este nuevo gobierno municipal (o cualquier otro) arranque desde cero, sino que lo hace desde menos diez.

A ver.

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